Antes de aplicar las herramientas de Superhábitos era desordenado entregando mis servicios, perdía tiempo buscando el siguiente paso que dar o incluso a veces me olvidaba de alguno. El problema de esto es que no todos los clientes se llevaban la misma experiencia y me costaba ver puntos de mejora.
Gracias a aplicar todas las herramientas de productividad de Superhábitos, pasé de trabajar 30 horas semanales a trabajar 25, manteniendo los ingresos. Además, la productividad laboral creció un 40%.
Me siento mucho más liviano, con la posibilidad de mejorar mis servicios, poner la cabeza en otras áreas del negocio y tranquilo porque ya tengo las herramientas para encarar problemas futuros de falta de tiempo o necesidad de ampliar la capacidad operativa.
¡Cada vez que reviso los logros semanales me sorprendo a mi mismo cuando veo la cantidad de cosas que logré resolver! y sin embargo el día a día no se siente pesado.